Ya no...

Ya no siento tanto frío cuando tú no estás. Ahora solo lleno el espacio vacío con un par de almohadas. Ya no siento nostalgia cuando te pienso. A veces solo quiero que regreses de manera permanente, que vuelvas con un nuevo disco bajo el brazo y me pidas que lo escuchemos mientras hacemos el amor, que pongas a sonar de nuevo el disco mientra preparamos algo de comer y me lanzas una mirada cómplice que me pide recordar la primera vez que lo escuchamos.

Ya no me duele tu ausencia, existe desde que estabas junto a mí intentando terminar aquel proyecto tan importante de tu trabajo. Solo me duele no verte durmiendo a las dos de la mañana, sentir que en la noche nada me pasaría. Ya no me inquieta saber en dónde estás a toda hora del día, seguir tus pasos.

Ya no dueles aquí, entre el pecho y el vientre. Ya no me dejas sin aliento. Y lo peor, ya no me aceleras el corazón.

No hay comentarios:

Publicar un comentario