La aburrida trilogía de "50 Shades"

Imagen tomada de journal.maryannbreschard.com

Un par de días atrás me llené de curiosidad por leer el libro del que tanto se habla en estos meses: "50 Shades of Grey" de E. L. James. Lo pude conseguir y no paraba de leerlo en casa, en la oficina, en el bus. El libro nos relata la historia de Anastasia Steele, una universitaria que está por graduarse, que a sus 21 años sigue virgen, y conoce al guapo millonario Christian Grey. Los dos se atraen y Christian quiere mantener una relación con ella, pero no convencionalmente como novios, sino una relación amo-sumisa; con eso logras engancharte. La curiosidad de saber que es lo que hará Anastasia, si acepta o no a la relación propuesta por Christian, que de por medio tiene un contrato en el que se especifica lo que cada uno de ellos hará.

Dos días me bastaron para terminar el primer libro de la trilogía "50 Shades". Me encontraba fascinada con cada página del libro, cada vez revelando más información sobre está relación nada tradicional, y cuando me acercaba al final, y creía que iba a tener un desenlace genial, llegué a la última página para encontrarme con una desilusión. No lo podía creer, leer con tanta devoción para tener un mal final. Luego me di cuenta que me faltaban dos libros más. "50 Shades of Grey" debió ser un libro un poco más largo, pero sólo uno. Y claro, el final fue malo, pero te crea la duda de saber que va a suceder.

El segundo libro "50 Shades Darker" es la continuación al primer libro, pero en este ya no te enganchas tanto como con el anterior, y se vuelve repetitivo sobre lo que ya leímos antes. No te revelan muchas cosas nuevas, y tampoco tiene un giro extraordinario en la historia; el segundo libro sólo afirma lo que al final del primero ya sabemos. Se convierte en necesaria la adquisición del segundo y tercer libro ("50 Shades Freed") luego de haber terminado el primero, sospecho que por cuestiones de marketing se convirtió en una trilogía, porque en cuestión de historia la redundancia abunda. El tercer libro es obviamente el desenlace de toda esta historia de amor, en la que se vuelve a lo mismo, y este es mucho más aburrido, pero que mientras lo leía esperaba encontrarme con un final sorpresivo y que compense todo lo ya leído; pero no, la misma historia con final predecible. No es que los finales felices sean feos, pero en este caso no va de acuerdo a la historia, y pierde todo lo bueno que tuvo el primer libro.

E. L. James escribe una novela para mujeres; Anastasia es quién cuenta lo que sucede, lo que siente, y eso nos hace crear ese lazo con la protagonista y crea el deseo de continuar leyendo. Juega con nuestra imaginación, nos detalla muy bien cada escena de sexo entre Anastasia y Christian, y lo mezcla con las emociones de ella, y así, logra cambiar todo el significado de una acción, es decir, lo vuelve erótico, dejando lo pornográfico de lado. Sin el erotismo tendríamos otra "Cinderella story".

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